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Foto del escritorLaura Castellano G.

¿Cómo pensamos y cómo vivimos?

Hay quienes piensan que la vida está determinada por alguien o algo, que está escrito en el destino, y que es mediada por elementos externos como la energía de quienes nos rodean…


Esta creencia nos limita a ser simples observadores de nuestra propia vida, o ser simple espectadores que recibirán de alguna manera “esas consecuencias” que ha querido “ese destino” y que ya estaba escrito en nuestro ser…

Sin intensiones de inmiscuirme en creencias religiosas y otras; esto se trata en la forma en la que vemos la vida y las consecuencias de nuestros actos.


El pensar que nuestra vida depende de “otro” (ese otro que no soy yo, llamémosle destino, energía, universo, etc.) nos hace ponernos en una posición indefensa, en la que hagamos lo que hagamos no cambiará eso que nos viene porque “ya está escrito”.


Por un lado, esa creencia puede funcionar como una resistencia para afrontar nuestros errores o incluso situaciones difíciles. Por otro lado, nos enseña que da igual el esfuerzo que hagamos, no lo conseguiremos, con lo cual, no hará esforzarnos para conseguir lo que queremos.

Te pondré algunos ejemplos:


1. Cuando algo nos sale bien y se lo atribuimos a la suerte que hemos tenido… No Valoramos el esfuerzo que hemos hecho para conseguirlo.


2. “No me aceptaron en el trabajo, No era para mi…” ¿No era para ti o Pudiste esforzarte más para conseguirlo?


3. “Una oportunidad como esa no me la volverá a dar la vida” Claro que puedes volver a tener la oportunidad, solo que tienes que crearla.


4. “No se me ha dado eso que quería por las malas energías de quienes me rodean”

Muchas frases como estas pueden invadir nuestro pensamiento, lo que hace que no observemos objetivamente lo que hacemos.


De hecho, en psicología el acto de atribuir las razones por las cuales nos suceden las cosas a elementos externo se llama “Locus de Control Externo”, el cual indica que el control de las situaciones, eventos y sus consecuencias no están dentro de la persona, sino que están mediados por otros factores externos al sujeto.


El locus de control externo, el pensar que lo que sucede no está dentro de mi control, refuerza el acto de no esforzarnos y de no valorarnos, como te comentaba, pero es que adicionalmente, nos mantiene con un nivel de incertidumbre muy elevado, nos baja la autoestima y por supuesto nuestro autoconcepto.


Debemos de saber que somos seres activos, esto significa que accionamos y estos actos tienen consecuencias, positivas y negativas pero que surgen de nuestro comportamiento y de las decisiones que hemos tomado.

Tomar las riendas de nuestra vida, en distintos momentos vitales puede verse como completo desafío, sin embargo, es necesario trabajar en ello, porque nos permitirá no solo tener el control sino evitara convertirnos en personas manipulables, dependientes e influenciables.


Por tanto, lo que nos ocurre, sucede por decisiones que hemos venido tomando, aunque los resultados se observen o los vivamos a largo plazo. El camino que hemos seguido, hemos decidido escogerlo y no otro. Así que, asumamos para bien o para mal lo que nos ocurre, aprendamos de ello y continuemos adelante.

Podemos errar, es normal. Podemos premiarnos, es necesario.


¡Recuerda que nadie más que tú tiene el control de tu vida!

¡Que la vida no siga pasando por ti, vivamos con todo lo que eso implica!


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