top of page
Foto del escritorLaura Castellano G.

El vaivén de las máscaras…

El vaivén de las máscaras…



¿Te has dado cuenta de cómo te comportas y delante de quiénes?

Las personas nos comportamos de determinada manera dependiendo de con quienes estemos, y seguramente pensarás que esto no es así y que siempre te comportas igual… pero no, y te explicaré por qué.

Dentro de la sociedad todos cumplimos determinados roles en determinadas situaciones, por ejemplo: no nos comportamos igual en una reunión familiar que con nuestros amigos, o, no nos comportamos de la misma manera si estamos delante de nuestro jefe o con los compis del deporte que practicamos, y esto es normal.

Este comportarnos de manera diferente dependiendo de con quien estemos, no es lo mismo que seamos diferentes dependiendo de con quien estemos.

Cuando hablamos del ser, estamos hablando de nuestra personalidad, de nuestro criterio, manera de pensar, opinión y todas esas cosas que nos diferencian de los demás, que nos hace ser nosotros mismos, y es nuestra propia esencia.

Esto significa que nuestra imagen también se puede ver modificada, es probable que delante de nuestro jefe, afiancemos esa imagen de responsabilidad, productividad y eficiencia que con nuestros amigos no lo veamos tan necesario, afianzando otras como esa parte divertida y ocurrente que nos caracteriza, ese apoyo incondicional, etc., y frente a nuestros hijos pues, mostremos esa imagen de autoridad, de fuerza, y de valentía.

En efecto, es posible que todas esas características sean parte de nosotros y de nuestra forma de ser, sin embargo, hay veces donde creamos una imagen ficticia y es solo para aparentar, agradar al otro, sentirnos partes de un grupo, por ejemplo, y no nos damos cuenta.

Por tanto, no es lo mismo el Rol que cumplimos socialmente a las máscaras que podemos ponernos. Los roles, como lo menciono dos párrafos más atrás, son aquellas funciones sociales que “debo cumplir”, otro ejemplo de eso sería, la profesión de payaso, estas personas que bien demuestran felicidad y alegría -que puede que en efecto no la tengan- cumplen con un trabajo, lo hacen con una finalidad. Es digamos su rol a nivel laboral y su intencionalidad se ubica dentro de ese mismo contexto.

Es por eso por lo que, se podría a hablar de máscaras cuando nos referimos a esa imagen que podemos dar en algún momento, que no es realmente nuestra, que es voluntaria o involuntaria y que la usamos con la intención de ser aceptado/a o sencillamente agradar y que su vez, puede esconder muchas cosas en el fondo.

Podemos aparentar muchas cosas, entre ellas estados anímicos. Es muy usual encontrar personas que aparenten ser muy felices, tener una vida “plena”, cuando su realidad puede ser bastante distinta, y realmente no sentirse como aparentan.

Este mantenimiento de las máscaras nos hace desconectar y de hecho separarnos muchísimo de quienes somos realmente, de cómo nos encontramos, de cómo nos sentimos. Nos hace separarnos de nuestra realidad y de nuestra esencia.

Esa búsqueda de ser aceptado, de agradar a todos, que nos puede alejar de nosotros mismos, que nos puede hacer modificar incluso nuestra manera de pensar, es justo lo que inicia y mantiene esas máscaras puestas en nuestros rostros.

Si bien es cierto que en esto hay muchos factores que colaboran, como lo hemos venido diciendo, la presión social, el satisfacer las demandas del otro y el uso de las redes sociales…

Seguramente estarás de acuerdo conmigo en cuanto a que has visto alguna vez -y quizás hasta más de una- a personas en las redes sociales, que venden o sencillamente muestran una vida perfecta, una vida sin problemas, una vida maravillosa donde todo es luz, donde todo es positivo, donde lo “tienen todo” … y, no es más que una ficción.

¿Por qué? ¿Por qué no se puede tener una vida perfecta?

Si, si que se puede tener una vida donde todo sea maravilloso y eso lo encontraremos cuando podamos asumir que la vida tiene múltiples situaciones buenas y quizás otras tantas no tan buenas, y aun así nos encontremos estables; donde podamos gestionar nuestras emociones, nuestras expectativas, cuando nos queramos lo suficiente como para permitirnos errar e incluso cuando nos permitamos vivir, más que sobrevivir. Esa “vida perfecta” la construiremos cuando entendamos que lo que es perfecto para ti no tiene porque ser perfecto para el otro, y aun así nos sintamos bien, que justo busquemos eso que nos hace feliz a nosotros mismos, más que buscar eso que los demás quieren que haga, ser lo que los demás quieren que sea, o vivir como los demás quieran que viva.


Estas máscaras esconden cosas, y mucho de lo que esconde es malestar. De hecho, hay personas que pueden ocultar perfectamente su tristeza e incluso la depresión por medio de una máscara de felicidad, y esto es porque se encuentran tan inmersos en ella que no se permiten conectar consigo mismos. Ocupando gran cantidad de tiempo, en no verse, no sentirse, criticando al otro, buscando errores en el comportamiento del otro, buscando fallos en la vida en general, sin ver que mucho de esas cosas son proyecciones de nosotros mismos y nuestro sentir.

En ocasiones pretendemos aparentar una autenticidad, que no es del todo real, es forzada, es ideal, no es mantenible en el tiempo porque no es nuestra.




Prioricemos, pero, sobre todo, ubiquémonos dentro de nuestras propias prioridades.

Es importante darnos cuenta de eso, de como nos comportamos, como vemos la vida, como sentimos ante las diferentes situaciones y que realmente pensamos, aunque esto signifique diferir de lo que opinen los demás.

¿Cómo puedo saber si estoy usando máscaras?

Pues pregúntate lo siguiente y tómate tu tiempo para responder:

  • ¿Te das espacio para escucharte?

  • ¿Te preocupa que las personas te vean cómo eres?

  • ¿Ocupas mucho tiempo pensando en lo que se espera de ti?

  • ¿Te gustas?

  • ¿Te entiendes?

  • ¿Inviertes tiempo en conocer lo que realmente piensas y sientes frente a las situaciones?

  • ¿Puedes decir lo que te agrada y lo que no?

  • ¿Evitas sentir tus propias emociones?

  • ¿Te han dicho que cambias cuando estás con determinadas personas?


Estas preguntas te ayudarán a sincerarte y a conectar nuevamente contigo, a detectar eso que no te gusta, eso que te hace feliz, pero lo dejaste de hacer y una cantidad de cosas que son solo tuyas. Si lo necesitas, pide ayuda, lo más importante es tu salud mental.




100 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page