top of page
Foto del escritorLaura Castellano G.

Esa tal Zona de Confort…

Actualizado: 29 mar 2021

La zona de confort es aquel espacio que nos ofrece o nos hace sentir seguros, queridos, comprendidos, que nos genera estabilidad emocional y lo más importante… no implica esfuerzo.


Todos tenemos una zona de confort a la cual acudir sobre todo cuando nos encontramos con el ánimo bajo o tenemos sentimientos y emociones negativas. Muchas veces las personas se mantienen dentro de esta zona porque si bien les hace sentir protegidos también permite creer que se tiene el control de las cosas que ahí ocurre y que hay un margen de acción sin necesidad de mayor esfuerzo o improvisación.

Como todo exceso es malo, el mantenerse dentro de esta zona constantemente nos hace daño, porque es como si viviéramos en una burbuja muy cómodos pero que en realidad la vida está fuera…

Mantenernos dentro de nuestra zona de confort todo el tiempo, nos impide desenvolvernos adecuadamente, enfrentar conflictos y desarrollar medidas resolutivas, al igual que refuerza conductas que podemos estar teniendo que no sean necesariamente adaptativas.


Esta zona de confort puede ser un ambiente, una persona, un trabajo… cualquier cosa que consideremos que estando ahí conseguimos calma, paz y satisfacción… sin darnos cuenta de que lo que en realidad produce dependencia.


Sí, como lo has leído, podemos crear dependencia al trabajo, y esto se debe a que, aunque no nos guste o no nos cause mayor entusiasmo nuestro trabajo, nos mantenemos en él y evitamos buscar otra cosa por miedo o por comodidad… como dice el dicho: “mejor malo conocido que bueno por conocer”, pues esto aplica perfectamente a esta zona de confort.


En muchos sentidos evitamos el cambio, y es que el cambio nos obliga a movilizarnos, implica esfuerzo, adaptación, desarrollo de ciertas habilidades tanto sociales, de afrontamiento, gestión de las emociones, manejo de la frustración y aprendizaje de cosas nuevas que en la zona de confort realmente no necesitas ni te enfrentas a ellas.

Exponernos a cosas nuevas en la vida es lo que nos hace realmente vivir, disfrutar, crear experiencia y conocimiento, además de incrementar nuestro potencial en áreas que ni siquiera nos habíamos imaginado porque ni nos lo habíamos planteado.


Salir de nuestra zona de confort nos ayuda a conocer nuestros gustos y disgustos, capacidades, alternativas, descubrir aspectos de nosotros mismos y capacidades. Nos ayuda a reconocernos frente al otro, entendernos a nosotros mismos, quienes somos y qué cosas me hacen ser como soy y diferente al resto.

Nos expone un panorama de todo aquello que podemos conseguir si nos proponemos estar más tiempo fuera de nuestra zona de confort.

Esto no significa que la zona de confort sea un espacio negativo, todo lo contrario, el problema es que sí es bueno, lo hemos creado nosotros mismos para estar tranquilos, pero como hemos dicho, también tiene aspectos negativos y por supuesto, consecuencias al respecto.

Y ahora te pregunto…

¿Cuál es tu zona de confort? ¿Qué haces en ella? ¿Qué te ofrece? ¿Cuánto dependes de tu zona de confort?

Si estas preguntas te han puesto a pensar descárgate mi guía donde encontrarás TIPS y ejercicios para salir de esa Zona de Confort.



 

GUÍA DESCARGABLE




 

Ilustraciones:


99 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page